¿No le suena el nombre de revolving? Pues es muy posible que disponga en su cartera alguna tarjeta en modo revolving y no lo sepa. Aún a día de hoy, son muchas las entidades bancarias o empresas que promocionan este tipo de tarjetas, animando a sus clientes a que las utilicen pero apenas ofrecen información sobre ellas.
En Solórzano & de Avilés, conocemos todos los detalles que ocultan las tarjetas revolving y, por eso, queremos sacar a la luz el peligro que suponen para muchos usuarios de las mismas.
Las desventajas de las tarjetas revolving.
Las entidades de crédito nos venden que las tarjetas revolving son flexibles y se caracterizan por su buena disponibilidad, ya que se tiene acceso inmediato a un crédito que se va reponiendo automáticamente con cada nuevo pago que hagas, permitiendo establecer una nueva cuantía a devolver en cada mes según los pagos o disposiciones que se hagan. Pero desafortunadamente, no es oro todo lo que reluce y las tarjetas revolving tienen también peligrosas desventajas.
El principal inconveniente de las tarjetas revolving es la gran cantidad de intereses a pagar, por desgracia, muchos usuarios de las mismas no son conscientes de que estos intereses resultan totalmente desproporcionados. Por norma general, usar el plazo aplazo en estas tarjetas es una opción que, a final de cuentas, sale muy cara, ya que la mayoría de entidades ofrecen una Tasa Anual Equivalente (TAE) superior al 20%.
Al final de cuentas, lo que pretenden este tipo de préstamos es hacer que se gaste más y más cada día, ya que como el dinero está disponible es muy fácil que se haga un mayor uso de la tarjeta.
El Tribunal Supremo ya ha determinado que ese importe de intereses es usura, por lo que el banco deberá devolver al consumidor todos los intereses cobrados desde el inicio del contrato.
¿Cómo funcionan las tarjetas revolving?
Hay que partir de la base de que el banco no informa al cliente sobre el coste económico del producto en el momento de la firma (esto es lo que se llama "falta de transparencia").
Es cierto que existen dos opciones para la devolución del crédito, pero el banco impone la que a ellos les conviene, sin información previa alguna. Las dos opciones de que disponen los usuarios para devolver las cantidades dispuestas son:
- Pagar un porcentaje de la deuda que generas (Pago cuota mínima). Esta es la modalidad impuesta por el banco, en la que se establece un porcentaje fijo del crédito a devolver cada mes (entre el 5% y el 15%). Esta modalidad de pago genera unos intereses y comisiones que son completamente desproporcionados que hace que el consumidor se condene de por vida al pago del préstamo.
- Pagar el total del crédito a mes vencido. Esta opción es la que seguramente desconozca ya que es la que se asemeja al funcionamiento de las tarjetas de crédito tradicionales. La razón por la que no la suelen dar a conocer es que con esta opción no se pagan intereses.
Es decir, las tarjetas revolving permiten fijar el pago total a final de mes, pero será necesario solicitar dicha modalidad ya que inicialmente se le aplicará la opción de pago aplazado. Si no solicita que le cambien el modo de pago, con el transcurso del tiempo podría llevarse una desagradable sorpresa. Las deudas generadas por este tipo de financiación podrían persistir de por vida.
Si ya conoce las tarjetas revolving y ha caído en la trampa de sus, supuestamente, fantásticos beneficios, es muy probable que haya sufrido las consecuencias de usarla y esté arrepentido de haberla contratado. En Solórzano & de Avilés, podemos ayudarte a reclamar la nulidad del contrato, ya que en la actualidad, los tribunales están admitiendo la abusibidad y la usura para este tipo de crédito al consumo. Contacte con nosotros y le damos toda la información sobre el procedimiento.